Hoy está lloviendo en Torremolinos, lo que constituye una novedad dado lo poco que esta zona se beneficia de las ventajas de la lluvia. El agua es imprescindible para la supervivencia de todas las clases de vida y para el necesario equilibrio medio ambiental.

Un domingo como hoy, a las 11 de la mañana, sentado el sillón de las siestas y mirando por la ventana caer la lluvia, es una gozada para quien tiene pocas oportunidades de hacerlo al cabo del año.

Está lloviendo de forma pausada,sin parar, pero con una intensidad que no produce daño alguno, solo beneficios.

Según las noticias que he escuchado esta mañana parece que en Málaga, capital, el agua y el granizo han caído con mucha intensidad, 140 litros en tres horas, provocando inundaciones y afectando gravemente a la circulación. Esa es la otra cara amarga de la lluvia.

Aunque el reparto del consumo de agua es del orden del 70% para agricultura, 20% industria y 10% consumo doméstico, creo que en la zona en que vivimos, Costa del Sol, por su condición de destino turístico, con un incremento de residentes durante todo el año y sobre todo los meses de verano, la necesidad que tenemos de agua para el consumo humano es mayor de este 10% y fundamental para el desarrollo turístico de la costa, sin olvidar la importancia que tiene la provincia en agricultura y ganadería y que necesita disponer de un volumen de agua adecuado para satisfacer los riegos agrícolas.

Acaban de dar otras noticias de las consecuencias de las tormentas de agua y granizo caidas en Málaga y provincia y solo me queda solidarizarme con los afectados, que son muchos, aunque por suerte sin desgracias humanas.

Estas reflexiones las hago en una apacible, en Torremolinos, mañana de lluvia.