Mañana, Miércoles Santo, sale la procesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno, conocido popularmente en Málaga como El Rico, sin liberar a un preso, como se venia haciendo desde hace 200 años, privilegio otorgado por el Rey Carlos III.

El protocolo para la selección y aprobación del candidato a ser indultado por el Gobierno tiene una cierta complejidad pero que se ha venido cumpliendo en todos los años anteriores y en este parece que no se ha hecho bien. En este protocolo intervienen funcionarios de la Subdelegación, de Prisiones, Judiciales y Fiscales y la propia Cofradía de El Rico. Parece ser que la terna de presos que se ha propuesto al Gobierno no cumplía con el perfil que tiene (el Gobierno) para otorgar el indulto. Por ejemplo, no se indultan delitos relacionados con la corrupción o la violencia de género. Ahora no es políticamente correcto discrepar de esta opinión pero a mucha gente tampoco nos gusta que las políticas de presos sean más flexibles en casos de terrorismo de eta, como hace unos días que le han dado un permiso para ver a su padre enfermo a un asesino condenado a cientos de años o a otra asesina que se le dio permiso para un tratamiento de fertilidad. En Andalucía tenemos casos como un ex alcalde de Marbella, el ex gerente de Urbanismo, también de Marbella o un ex alcalde de Jerez, que, por delitos que no son de sangre, a unos les han denegado el permiso para asistir al entierro de su padre y otro se va a morir en los juzgados.

En fin, puede que algún día el elegido para ser liberado será un Barrabás de nuestro tiempo, como pasó en el proceso de Jesús ante Poncio Pilatos, citado en el Nuevo Testamento. Según los evangelistas, el pueblo prefirió indultar a Barrabás, ladrón y asesino, antes que a Jesús de Nazaret.