PUTAZO

Hace unos días me enviaron desde un grupo de whassap un vídeo en el que, desde un programa de televisión argentina, comentaban una publicación de una revista en la que en primera pagina aparece el Papa Francisco con los labios pintados, con pendientes y con el titulo de PUTAZO, en grandes letras y cruzando la pagina.

El conductor del programa entrevista a la directora de la revista Barcelona, coño que casualidad, a la que le reprocha los insultos que se le hacen al Papa perdiéndole el respeto que, como a cualquier persona y más por lo que representa, se le debe tener. La directora le contesta que no cree que se le falte al respeto porque esa publicación trabaja con la parodia de los personajes, con el absurdo y con el humor.

A esto le contesta el entrevistador que la absurda es usted, pero no se enfade se lo digo con humor, es usted una mal nacida, pero con mucho humor, es usted una depravada y le voy a sacar una foto con un pene en la boca, pero con humor, y termina que es una hija de puta, pero con todo el humor del mundo.

La directora de la revista abandona la entrevista corriendo y vociferando que ella no ha ido allí a que la insulten. ¡¡Como cambian las cosas cuando te hacen a ti lo que tu haces a los demás con toda la impunidad refugiándose en el humor y en la libertad de expresión¡¡.

Bueno con impunidad se fue el concejal de Madrid que hizo gracietas con el holocausto judío o con las victimas de eta. Los titiriteros que en su función matan a una monja, a un juez, a un policía y vitorean a eta también se han ido de rositas, e incluso el ayuntamiento podemita de Madrid los esta contratando de nuevo. Y muchos más.

Pero mira por donde un juez ha encontrado motivos suficientes para condenar a una «bromista» que hacia chistes con la muerte de Carrero Blanco en un acto terrorista de eta. Bueno, la que se ha liado en toda esa legión de las redes sociales que defienden este humor negro de tan mal gusto. Hay otra legión que, aunque en menor número, son también defensores de estos insultos enmascarados en el humor, la parodia y la libertad de expresión. Son algunos periodistas, aunque muchos ni lo son, participantes en tertulias de radio y televisión que, como tienen que ser políticamente correctos, porque de eso viven y viven bien, defienden a todos estos personajes diciendo previamente que «no me gustan estos chistes pero no creo que se deban condenar judicialmente». Cobardes.

En fin, a mi concretamente me gustan más otros chistes que no tienen que entrar en el insulto y la descalificación de nadie.

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