Por desgracia casi todos los días se producen tragedias en el mundo por distintas causas, terrorismo, fenómenos atmosféricos, fuegos, etc. Pero es muy humano que nos afecten más los cercanos.
El fuego ha provocado dos grandes tragedias, una en Londres, donde ha ardido un bloque de viviendas con mas de 500 vecinos y que ya ha dejado mas de 70 muertos y se espera que esa cifra aumente. Parece ser que el revestimiento del edificio no era legal por sus condiciones frente al fuego. Yo me pregunto ¿nadie se dio cuenta de esa irregularidad?. Ni los representantes de la comunidad de vecinos, técnicos proyectistas, técnicos de la constructora, técnicos municipales. Todos intervienen en una obra de restauración de esta importancia.
Todavía no ha sido extinguido el terrible incendio de Portugal, donde ya van 62 muertos y seguro que serán mas. Las imágenes de la carretera con los coches y sus ocupantes calcinados, ya se conoce como carretera de la muerte, casas y grupos poblacionales achicharrados, es estremecedor. ¡Que lastima¡. El calor y las tormentas veraniegas son muy culpables, como parece ser que es en este caso, pero también lo son los malditos piromanos y el abandono de los trabajos forestales de prevención que se tiene que hacer en los montes, por parte de las administraciones publicas y de los dueños privados, si los hubiera.
El sábado mató un toro a un torero español, Iván Fandiño, por una cornada mortal en una plaza francesa. Como ocurrió con Víctor Barrio, ya se están publicando referencias ofensivas para el torero por los descerebrados que defienden más a los animales que a las personas. A mí me gusta nuestra fiesta nacional de los toros.
Y un recuerdo para otra tragedia de la que ahora se cumplen 30 años, la matanza de 21 personas y cientos de heridos en el Hipercor de Barcelona. Los autores de esa masacre ya están el calle. ¡Que vergüenza¡. Y ahora la nueva política trabaja para que poco a poco las nuevas generaciones olviden lo que paso aquí con cerca de 1.000 muertos y varios miles de heridos y familias destrozadas. Yo no lo olvido.